Del deseo a su mayéutica. Desde la idea hasta su implementación. El nacimiento de un proyecto bien nacido.

Tómense un tiempo real juntos para escuchar, discutir y construir.

Has estado pensando en ello por un tiempo. Sería bueno que tuvierais ese informe, esa presentación, esa campaña de comunicación… que sería útil, que facilitaría las cosas, que es lo que deseáis. Has estado pensando en ello durante mucho tiempo, pero solo, sin llegar a ninguna conclusión y sin tener previsto el inicio de su realización...

Hay que tener en cuenta el factor humano. Tu proyecto es importante para ti, necesitas compartirlo antes de poder llevarlo a cabo por alguien de confianza.

¿Cuales son tus expectativas reales? ¿Consciente, oculto, insospechado?

Hablemos de sus necesidades, de las particularidades vinculadas a su profesión, de sus conocimientos, de su proyecto y de su filosofía.

Esta hora que te tomas el tiempo de dedicarle es como una inversión. Hay que valorarlo. Es la transición a la acción: la única y mejor manera de obtener, finalmente, una producción fiel a tu idea.